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Generar y retener jugadores de golf
- 18 de mayo de 2021
- Publicado por: admin
- Categoría: Noticias
Una de las teorías más originales que hemos escuchado durante el año 2020, aprovechando uno de esos webinars a los que nos hemos tenido que acostumbrar y aficionar por las limitaciones de la pandemia, es la propagada por el CEO de la empresa americana RGX, Will Robins.
Según Robins, profesional y profesor de golf, la mayoría de los profesores centran su actividad en mejorar la técnica del jugador, y no en enseñarle a jugar mejor.
Para Robins, la forma de conseguir esto último es salir con el alumno a jugar tres hoyos, o 4, o 5, los que dé tiempo; dejar el driver en la taquilla; enseñar al jugador a colocar siempre la bola sobre un tee, si eso le ayuda a hacer avanzar la bola hasta cada green; jugar desde las barras más adelantadas en cada hoyo… en resumen, hacerle ver que hay muchas formas de disfrutar del campo de golf, de acuerdo con el nivel de juego de cada uno.
A partir de esa experiencia el profesor debe hacer un plan de trabajo específico para su alumno. Un plan que de verdad le ayude a recorrer el campo por el centro de cada calle, y viendo volar la bola, aunque sean distancias cortas. Y si el alumno no progresa, entonces hay que volver con él al campo de golf y ayudarle a que se divierta. Porque de nada sirve que se frustre y decida dejar las clases para siempre.
Según Robins los jugadores dejan de tomar clases porque no creen que les vayan a ayudar. Ya han ido a clase, ya les han corregido la empuñadura, o la postura, o el cambio del peso al bajar el palo… y lo siguen haciendo mal. Golpeaban mal a la bola cuando empezaron la clase, y la siguen golpeando mal al terminar la clase. Y además se siente confundidos. Les dicen que el golf es así de desagradecido con su esfuerzo, pero que algún día todo encajará. Y se hartn de esperar.
La mayoría de los principiantes no quieren una empuñadura mejor. Ni una postura más elegante. Lo que quieren es perder menos bolas. Quieren no sentirse avergonzados. Quieren jugar mejor al golf, porque cuando han jugado bien, aunque sólo fuera un rato, se han divertido más. Y han encontrado sentido a haberse comprado un juego completo de palos. Y a haberse sacado un abono del club.
Y eso lo van a aprender en el campo, divirtiéndose.
Para Robins, ha llegado el momento de analizar, como profesor de golf, o como gerente del club, si las actividades que organizamos cumplen el objetivo básico y esencial de cada uno de nuestros clientes/socios/jugadores de golf: ayudarles a pasar un buen rato, a disfrutar, a considerar su visita al club como una de las prioridades de la semana. La más importante.
Podemos aprovechar que ahora enfocamos un mundo diferente, con una recuperación espectacular del interés por el golf en los clubes de socios. Tendremos que consolidar esa fuerza; confirmar que no es coyuntural o pasajera, y aprovecharnos de una fuerza novedosa: la tecnología. La industria está evolucionando a pasos agigantados. Triunfan los TopGolf, los TopTracer, surgen tendencias hacia el diseño de hoyos cortos dentro del campo de prácticas… ¿Es posible que nos estén mostrando el verdadero mapa del tesoro?¿De ese tesoro que es hacer crecer el número de jugadores?
La conclusión de Robins es sencilla: facilitemos el acceso de los novatos al campo de golf; aunque sea a horas específicas, en días específicos, o en eventos específicos para ellos.
Mientras tanto, que los profesores centren su esfuerzo en la enseñanza práctica en el propio campo de golf, o con ejercicios que simulen lo más posible esa experiencia. Dejemos el perfeccionamiento de la técnica para los que encuentran un sentido a esos cambios en la empuñadura, en la postura, o en el ángulo de ataque a la bola. Para el resto, hagamos del golf una actividad divertida, placentera, y que puedan compartir con su familia y con sus amigos.
Hagamos el golf divertido y.. ¡¡¡a ver qué pasa!!!